Restringido

Los errores de la comisión

La Razón
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Se ha generado cierta polémica en los últimos días por los comentarios de Moscovici de la Comisión Europea con respecto al déficit y crecimiento de España. Es normal que el comisario tome el papel de «policía malo» y, como su objetivo es garantizar la estabilidad presupuestaria, cuestione las cuentas. Pero no pensemos en la Comisión Europea como un ente infalible. Han tenido que revisar al alza seis veces la cifra de crecimiento de España y, al día de hoy, mantienen en su previsión para nuestro país cero crecimiento del empleo. Increíble. Cuando hemos creado el 41% del empleo de la Unión Europea y se van a generar 600.000 puestos de trabajo sólo en 2015.

Sorprende la severidad de los comentarios sobre España comparado con la falta de crítica a una Francia que lleva en estancamiento dos décadas y donde el déficit se incumple sistemáticamente.

Y es que la Comisión Europea tiende a ver de manera sorprendentemente positiva los efectos de las medidas de gasto público y rigidez que han convertido a Francia en el país que más empleo fijo destruye en 2015, con el mayor gasto público de la Unión Europea y casi un 23% de la fuerza laboral en el sector estatal sigue creciendo el déficit pero sin crecimiento.

Eso llevó a la Comisión a equivocarse diametralmente con Alemania cuando Schröder aplicó el programa de austeridad para fortalecer la economía. Ese mismo error lo cometió al analizar la salida de la crisis de Irlanda, que hoy crece al 6%. Y la misma equivocación ha llevado a infraestimar el crecimiento español.

Sobre el déficit la posición es clara. España sigue teniendo un déficit fiscal superior al pacto de estabilidad, pero ha conseguido reducirlo a la mitad en cuatro años a pesar de la enorme cifra de facturas impagadas recibidas. Adicionalmente, España ha mantenido el gasto social mientras ajustaba la economía. Ni Alemania ni Irlanda salieron sin enormes recortes de dicho gasto. Ha sido una decisión consciente. Si se aplican los presupuestos aprobados, se bajan los impuestos y se permite que la economía crezca, España no sólo cumplirá con sus compromisos, sino que, como hemos demostrado, los superaremos. La Comisión Europea no puede pedir «soplar y sorber». No puede hablar de mayor inversión pública y mayores políticas activas de gasto en empleo y, además reducir el déficit más rápidamente. Como se reduce el déficit es creciendo, no gastando.