Jesús Fonseca

Los que lo hacen bien

Hay veces que una frase lo dice todo: sí, hoy es un día grande. De felicidad. Y, lo más emocionante, como muy bien ha dicho Soraya Sáenz de Santamaría –esta mujer de serena inteligencia que es como un soplo de aire fresco– es ver de nuevo juntas a esas familias. ¡Qué dicha tener otra vez con nosotros a Javier y Ricardo!, tras casi 200 días de cautiverio. La vida es efímera. Todo es llegar y partir. Pero hay días, como éste, que son inmortales. Lo primero es la alegría de tenerlos de vuelta a casa. Vienen del lugar más peligroso del mundo, para ejercer estos oficios nuestros. Al menos treinta profesionales siguen cautivos en Siria. Pero hay otros motivos de gozo, ciertamente. Lo apuntaba la vicepresidenta, al felicitar a tantísimos funcionarios españoles que lo han hecho muy bien durante estos meses de angustias y sufrimiento; mujeres y hombres que han demostrado que «España es un país que sabe gestionar bien muchas cosas, éstas también». A la vista está. Algo que ya pudimos comprobar en julio del año pasado, con las cooperantes españolas liberadas en Kenia. Un año antes, con los otros dos cooperantes raptados en los campamentos saharauis. Y, hace apenas dos semanas, con la liberación del periodista Marc Marginedas, tras seis meses secuestrado. Cuando se escriba la otra crónica se hablará de uno de esos españoles en la sombra, abnegado y eficiente –listo como los conejos– que, a las órdenes de Sáenz de Santamaría, ha sido determinante para que ésta y otras peripecias, de las que nada conocemos, ni sabremos nunca, acaben en final feliz. Se llama Félix Sanz y es el jefe de los espías de un país que sabe hacer bien éstas y otras muchas cosas.