Malas sensaciones

Los Pirineos nos han vuelto a separar de Francia. Hemos caído en los pedales de un británico nacido en Kenia, Christopher Froome, que ha comenzado a sentar plaza de posible ganador del Tour. Ciertamente, la carrera no ha hecho más que comenzar y queda todavía mucho por delante, dos semanas. Sin embargo, las sensaciones no han sido buenas. Alberto Contador ni siquiera ha superado a Alejandro Valverde y en la general ya está a casi dos minutos del líder.

La ronda tiene por delante muchos puertos que escalar y jornadas con nombres tan míticos ncomo Alpe d'Huez y Mont Ventoux. Quedan otras cimas históricas en las que los ciclistas españoles han inscrito sus nombres como grandes héroes de las escaladas. La mayoría de las ilusiones están puestas en Alberto Contador, aunque en la primera etapa pirenaica quien ha dado mejores señales ha sido el murciano Valverde. Tengo la impresión de que hay cierto deseo de revancha.

Parece que queremos demostrar que su descalificación por dopaje fue injusta. Siempre le creímos inocente a pesar de que el análisis detectó sustancia prohibida. La mayoría le concedió más que el beneficio de la duda y hasta se llegó a creer que era una venganza francesa por los repetidos triunfos de los españoles. Y hasta casi pedimos que la coartada de la carne de solomillo con clembuterol le eximiera del castigo. Además, el problema se sustanció con tanta demora que en lugar de crecer el convencimiento de que era culpable alimentamos el de la inocencia. Ahora, lo deseamos triunfador y, aunque ha sembrado la duda, seguiremos a la espera. Contador lo merece.

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