César Vidal
Nuestro hombre en Europa
En 1919, bajo la inspiración directa de Lenin, se creó la Komintern. Su finalidad no era otra que la de unificar esfuerzos entre los recientemente creados partidos comunistas y ayudar a su expansión en todo el globo. La dictadura soviética, desprovista de esa ayuda internacional y aislada, estaba condenada y, precisamente por ello, se hallaba dispuesta a canalizar ayudas a partidos hermanos para lo que, convencionalmente, se denominó agit-prop, es decir, agitación y propaganda. El modelo leninista sería copiado por el fascismo –aunque con menos éxito– en los años treinta y cuarenta del siglo pasado. Más recientemente otros movimientos como la dictadura cubana, el integrismo islámico o el chavismo han seguido esos mismos pasos. En el último caso, el beneficiado máximo en España ha sido y es el colectivo Podemos. Fue el propio Hugo Chávez, poco antes de morir, el que manifestó a Monedero su entusiasmo ante la idea de que en España el sistema capitalista se viera sustituido por una «democracia verdadera». Naturalmente, lo que el golpista venezolano quería expresar era que soñaba con que la democracia española fuera sustituida por un régimen similar al bolivariano. De esa manera, se producía una peculiar simbiosis ya que Chávez veía satisfechos sus delirios de grandeza con la copia de su ejemplo al otro lado del Atlántico y Monedero y lo que acabaría fraguando en Podemos consolidaban el apoyo logístico del chavismo. En la actualidad, Venezuela se encuentra sumida en una crisis económica e institucional sin precedentes, pero, paradójicamente, Podemos se encuentra en la cresta de la ola, aunque la vinculación entre ambos fenómenos políticos es imposible de negar. El pasado mes de noviembre, el embajador venezolano Mario Isea señalaba a los legisladores de su país que la acción política de Podemos iba a convertir a España en un aliado fuerte de Venezuela y en una plataforma de difusión del chavismo en Europa. En otras palabras, parodiando el título de una novela de Graham Greene, Podemos iba a convertirse en «nuestro hombre en Europa». Lo expresado por Isea no era una excepción. Esa misma función es la que William Izarra, uno de los dirigentes e ideólogos principales del chavismo, atribuyó a Podemos en una entrevista donde subrayaba la importancia de fomentar movimientos internacionales que estén «con nosotros». Que Monedero ha estado profundamente vinculado al chavismo desde que en 2002 se reunió por primera vez con Chávez no admite discusión alguna. A esas alturas, Chávez ya había desventurado el sistema democrático que existía en Venezuela imponiendo una constitución –en la que colaboraron mentores académicos de Monedero– que le permitía gobernar el país sin controles de ningún tipo. La actitud de Monedero superó ampliamente la mera simpatía. Aparte de sus intervenciones entusiastas en la televisión de Venezuela apoyando la dictadura chavista, Monedero estuvo empleado desde 2006 a 2009 en el Centro Miranda, una organización subvencionada por Chávez para formar dirigentes políticos. A esas alturas, Monedero ya repetía con entusiasmo que el régimen venezolano era un modelo que debía seguir el sur de Europa. No fue, desde luego, el suyo un entusiasmo altruista. Monedero había percibido ya en 2010 más de cuatrocientos mil euros del Gobierno chavista, una cifra ciertamente generosa supuestamente entregada por asesorar sobre la posibilidad de una moneda común para los regímenes hermanos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Su caso no fue tampoco excepcional. Tanto Pablo Iglesias desde 2008 como Íñigo Errejón desde 2013 han estado relacionados con el Centro de Estudios Políticos y Sociales que percibió 3,7 millones de euros del régimen chavista en menos de una década. El respaldo que la dictadura venezolana proporciona a Podemos volvió a quedar de manifiesto en relación con los medios de comunicación. Según el testimonio de Enrique Riobóo, director de Canal 33, Monedero le había ofrecido la compra de la citada televisión con dinero del Gobierno chavista. Inicialmente, siempre de acuerdo a las afirmaciones públicas de Riobóo, Monedero había esperado poder entregarle una cifra superior al millón de euros, pero, finalmente, no pudo superar los doscientos mil. La razón fundamental de la operación habría estado en el deseo del régimen chavista de contar con un medio de comunicación en España que pudiera contrarrestar las informaciones de otras fuentes que, tanto a la izquierda como a la derecha, se manifestaban contrarias a Maduro. Las innegables conexiones, desgraciadamente para Podemos, han dejado huellas más que abundantes en los extractos bancarios y en las videotecas. No sorprende, sin embargo, que Podemos, a pesar de ser una correa de transmisión del chavismo, se refiera escasamente a él en estos momentos. A fin de cuentas, el régimen bolivariano no sólo está reprimiendo sangrientamente a la oposición, sino que ha logrado que Venezuela ocupe el primer puesto en el índice de miseria elaborado anualmente por el Cato Institute. No se trata, desde luego, de una perspectiva deseable para los que sufren la crisis en España.
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