Alfonso Ussía
Otro error
Parece ser que el Partido Popular ha hallado al fin la estrategia para neutralizar a Ciudadanos. Interesante hallazgo, pero errado. El PP tiene que neutralizar a otros adversarios más peligrosos que el partido emergente y digno de Albert Rivera. No es interesante bloquear a quien no es el enemigo. Por otra parte, una madre que tenga sensibilidad natural no puede abandonar a su hijo. Ciudadanos ha nacido porque su madre se ha empeñado en que lo haga. Y la madre ha parido a Ciudadanos culminando unos años de amores extraños y de promiscuidad inmersa en el más rotundo puterío. La madre ha sido muy golfa, y le han salido hijos por todas partes. El más serio de todos ellos, de todos los hijos, de su nueva familia numerosa, es sin duda Ciudadanos. Porque la madre, el PP, es también la de Podemos, aunque esa maternidad se la disputa el PSOE. Habrá que hacer a Rajoy y Sánchez la prueba del ADN para certificar la maternidad de los círculos morados. En el PP, la madre de Podemos ha sido la pasividad pasmosa de Rajoy ante los golfos de su partido. Madre de Podemos es Bárcenas, que además de golfo es chulángano y prepotente. Madre de Podemos es Correa, que además de golfo es un hortera insultante. Madre de Podemos es el conocido por «El Bigotes», que además de golfo es un zascandil sin gracia ni donaire. No estoy escribiendo de pícaros. Lo estoy haciendo de trincones del dinero de todos a través de un partido que nos ha confundido. Porque si las cumbres decisorias del PP conocían el nivel de sinvergonzonería de muchos de sus colaboradores, no pueden dirigirse a sus votantes sin pedir anteriormente, una y mil veces, perdón por su complicidad y silencio. Y si no lo sabían, nos hallamos ante un partido gestionado por tontos clamorosos que se la dejan meter doblada. Culpa y consecuencia de todo ello es Ciudadanos, hijo avanzado de un PP que se ha excedido en la juerga.
Y del PSOE. Porque Podemos también viene de los miles de millones de euros que el socialismo y los sindicatos han robado a los andaluces. Viene de Griñán y Chaves. Viene del Partido Comunista de Andalucía, que ha sido corresponsable del saqueo andaluz. Viene de los millones regateados a los trabajadores y las casas, viajes, puticlús, mariscadas y casetas derrochadas con el dinero de los parados. Ya no se trata sólo de la economía. Se trata de la decencia, la estética y aquello que antaño se denominaba el «servicio público», que se ha reducido a los taxis y autobuses. Rajoy ha enderezado, con mérito, con un gran desgaste y gracias a los que hemos pagado su mérito, la macroeconomía. Pero no se ha atrevido a adelgazar el Estado. Vuelvo a lo de siempre. España es la Patria común, y somos todos nosotros, incluidos los que no quieren estar con los demás. España es nuestra raíz y nuestro futuro, la Patria de nuestros padres y -es de esperar-, la de nuestros hijos y nietos. El Estado es otra cosa. El Estado es un poderoso personaje que administra a la Patria, y abusa de ella, y derrocha por ella, y se endeuda en nombre de ella, y paga, porque así lo dispone la desfachatez política, a centenares de miles de enchufados que viven a costa de ella y nada por ella hacen. Esos centenares de miles de asesores nombrados a dedo por gobernantes nacionales, gobernantes autonómicos, gobernantes municipales y gobernantes escondidos. Todos esos son también madres de Podemos, y si algún día el partido estalinista de Zapatero e Iglesias gobierna en España, ellos serán los mayores golfos, los mayores déspotas y los mayores granujas, dejando a sus diferentes madres en enaguas silvestres.
De ahí que no se pueda entender la obsesión del PP contra Ciudadanos. De no ser por el partido de Albert Rivera, esos votos que ahora le disputan no existirían. Porque en España hay un nuevo voto que predomina en el PP y el PSOE. El voto avergonzado, el voto herido, el voto del miedo. Miles de votos avergonzados, heridos y temerosos seguirán cayendo en las alforjas del PP y el PSOE, no por convicción, sino por susto. El PP tiene otros enemigos más lejanos y adversos que Ciudadanos, ese hijo que le ha crecido tan aprisa a su putísima madre.
Me figuro que una nueva chorrada de Arriola.
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