Lucas Haurie

Pacto de chirigota

Empieza el concurso de chirigotas en Cádiz, se desarrolla un juicio con Isabel Pantoja como imputada estrella y la élite (¿?) dirigente de la región retuerce esa historia tan pesada del Pacto por Andalucía. Cuesta mucho discernir cuál de estas tres noticias debe incluirse entre las notas humorísticas del día, entre los ecos de sociedad o en la crónica negra de nuestra ruina. Porque los copleros del Falla son graciosos pero no deja de tener su ángel ver a la otrora viuda de España llevándose las dos manos al pecho, en estudiado gesto teatral, mientras el juez le afea su abuso del móvil durante las sesiones del proceso. ¿No es acaso digno del culebrón más retorcido el menage à trois entre Zoido, Griñán y Valderas? «Vamos a pactar». «Claro, mi amor, vamos a pactar como tú digas». «Uy, tienes una miguita de consenso en la comisura. ¿Me la das?» «Sí, tontín, cógela». «Gracias, churri». «Venga cuelga ya». «Que no, cuelga tú antes»... Y de pronto, estalla una pelea de todos contra todos. «Facha, que eres un facha». «Federalista, que os queréis cargar España». «Sois tal para cual: amigos de la banca y marionetas del gran capital». Porque resulta que han tenido que pasar más de tres décadas para que nuestra élite (¿?) dirigente se decida a aparcar las diferencias partidistas para buscar el bien común. Ah, ¿pero eso no debería ser siempre así? Sumidos en la ciénaga del descrédito, pretenden excitar la adormecida conciencia civil de los andaluces mediante el insulto a la inteligencia ajena y el descojonarse en nuestra cara.