César Lumbreras

¡Pagés, paga!

Si lo he entendido bien, los de la Federación Española del Vino (FEV), presidida por Javier Pagés, directivo de Codorníu, plantean al Ministerio de Agricultura dos peticiones básicas. La primera, que la uva destinada a vinificación se pague a los viticultores no a 30 días sino a 60 porque no es un producto perecedero. Y eso no en todos los casos, porque también discuten la fecha en la que debe comenzar a contar el plazo de pago. Ésta es su segunda demanda y afecta, especialmente, a los vinos con denominación de origen. En resumidas cuentas, que quieren «pasar» de la Ley de la Cadena Alimentaria y de la norma en la que se establecen los plazos de pago. Supongo que Pagés se habrá asesorado bien y tendrá una batería de informes jurídicos que avalen sus tesis. Llegados a este punto, me pregunto si los bodegueros quieren pagar la uva. Si dicen que el pago es a los 60 días y que ya veremos cuándo comienza a regir el plazo, pues apaga y vámonos. Para eso, que lleguen y digan a los viticultores «tráigannos su uva, que vamos a hacer el gran favor de recogerla; además, tampoco cobramos por dejarla en nuestras instalaciones». Ya puestos, pueden añadir que sólo pagarán la uva cuando, años después, vendan el vino que ha salido de ella. Diciendo eso desde el principio, cada uno sabe a qué atenerse. Si lo que preocupa a los bodegueros es lo que consideran competencia desleal por parte de las cooperativas, que abonan a sus socios la uva con muchos meses, incluso años, de retraso, pues que lo digan. Pero lo que plantean en sus presiones al Ministerio bien puede calificarse como excusas de mal pagador. ¡Pagés, paga!