Julián García Candau

Partido anecdótico

No fue partido de los que se dice que lo definen los detalles. En este caso fueron las anécdotas. El Real Madrid marcó pronto con un gol de Albiol, marginado que ayer jugó por el castigado Pepe, y que en principio alejaba el alirón del Barcelona. Sólo fue aviso el gol de Santa Cruz, que hizo el empate a uno. Poco después llegó la jugada decisiva del encuentro. Sergio Sánchez cometió penalti y fue expulsado. Lanzó el castigo Cristiano y Caballero despejó con el pie izquierdo en su estirada hacia la derecha, donde previó que fuera el balón. Lo malo no fue la sólo la expulsión, sino que el portero acabó cediendo su plaza a Kameni por la lesión de tobillo.

Los hechos anecdóticos se fueron sucediendo. Gil Manzano, árbitro que desea progresar pronto, castigó como cesión una jugada en el área malaguista y Cristiano se tomó la revancha por la pena máxima marrada. Özil hizo juego malabar para lograr el tercero y la última sorpresa llegó con el golazo de Antunes, que sorprendió porque con diez no se esperaba que el Málaga siguiera atacando en inferioridad.

Pareció que hubo fuera de juego en el tanto de Benzema y con el cuarto todo lo que cabía aguardar era goleada madridista contundente. Hubo quinto gol y expulsión de Demichelis. También se lesionó Özil en un tobillo y con ello el Madrid acabó con diez. El final, partido con diecinueve futbolistas. Ocho faltas hizo el Málaga y se llevó dos rojas y cinco amarillas. Y seis goles. No fue aburrido.

Posdata. Modric es pequeñito, pero está creciendo.