Reyes Monforte

Por sus santos

De un tiempo a esta parte y con la formidable excusa de la crisis, en nombre de la cual se están cometiendo las mayores tropelías contrarias a la legalidad y con el beneplácito del poder político y judicial, a los españolitos nos están friendo a multas, siendo víctimas indefensas de verdaderos atracos a mano armada de los que no creo que ni siquiera Dios, como clamaba Don Antonio Machado, nos pueda guardar.

Y no porque una de las dos Españas vaya a helarnos el corazón, sino porque entre Tráfico, Hacienda, la Seguridad Social, los bancos o los embargos judiciales nos tienen congelada la vida. Y además, una puede dar fe de ello. Suelen hacerlo «por mis santos huevos». Dar con un juez que decide un embargo por sus santos, con un guardia civil que te pone la multa por su santos, con un funcionario de Hacienda que exige que se pague un sinsentido aunque sea por sus santos o con algún banco que le impide por sus santos sacar los ahorros de una vida, es lo más habitual hoy en día.

Y vaya usted a quejarse: estará en la más desconcertante indefensión. Al menos esta vez, un juez -debe ser el milagro de Navidad- se ha atrevido a anular una sentencia que obligaba al pago de una multa porque ya está bien de darle caña al mono y desangrarle por los santos de alguien. Se ve que puso sobre la mesa el sentido común y no sus santos. Sinceramente no entiendo cómo algunos osaron a decir que vivimos en un país laico con tantos santos por metro cuadrado.