Privilegios para Podemos

Podemos tendrá que aclarar algo más que su absoluta separación del terrorismo de ETA y expresar diáfanamente la condena, como es su predisposición al acatamiento del ordenamiento jurídico. Digo esto por su actitud en el acto de conciliación en la denuncia contra la ex presidenta madrileña Esperanza Aguirre, que no pudo celebrarse como consecuencia de que Juan Carlos Monedero no presentó la documentación exigida para demostrar que era el representante legal del partido.

Lejos de aceptar el error y proceder a la corrección, arremetió contra el sistema y contra diestro y siniestro en lugar de comportarse como un ciudadano más, al que se exigiría llevar la documentación en regla. Al contrario, el fácil recurso de atacar a «los partidos de la casta» y acusarle de utilizar argucias legales para retrasar los procedimientos. No, lo que debe hacer, igual que cualquier hijo de vecino, es actuar como tal y no pretender obtener privilegios por el mero hecho de aparecer en las televisiones y ser popular. Eso sin ostentar poder. ¿Qué sería si lo tuviera?

No sé si, conforme a Derecho, Esperanza Aguirre estuvo acertada o no, pero vi un vídeo reproduciendo la charla de Pablo Iglesias, cabeza visible de Podemos, en una herriko taberna o similar, y de ella se podía deducir simpatía con la izquierda abertzale radical, que, como es bien sabido, jamás ha condenado, incluso ha aplaudido, las acciones criminales de la banda terrorista. Una posición que invita a la confusión y acerca a las manifestaciones de la presidenta del Partido Popular de Madrid. La tibieza no ayuda a tener una interpretación positiva, y tibieza es decir que «ETA ha causado mucho dolor, pero tiene explicaciones políticas». Así es la vida.