Irene Villa

Querida Edurne

La Razón
La RazónLa Razón

Es tan injusto que haya personas que te sitúen precisamente a ti, que ni tienes nada que ver ni has querido entrar, en algo que jamás tuvo que hacerse público (sea o no cierto) ya que sólo pretende destruir, que queremos darte todo nuestro apoyo y cariño deseando que quede atrás cuanto antes. Somos una mayoría la que te admira, incluso adora, y piensa que lo que están haciendo ciertos medios, unos con menos escrúpulos que otros, es exprimir algo que todos sabemos que sólo sirve para hacer daño y alimentar el veneno de las peores emociones humanas como la envidia o el placer insano de la desgracia ajena. Desde que te conocí en el ascensor de Planeta te dije lo que te admiraba y seguía, que eres una de las mujeres más alucinantes, polifacéticas, dulces, especiales... no sólo por tu enorme talento, que no se puede comparar al de nadie ya que tu asombroso grado de perfección hace que dejes a cualquiera siempre por debajo, sino por tu forma de ser. Un interior tan limpio, potente, valioso, lleno de cosas maravillosas que ofreces tanto en las distancias cortas como en un programa de televisión o en uno de tus super-conciertazos.

Por cierto, la profesionalidad de dejar a todos fascinados y «adrenalíticos perdidos» a menos de una semana de que saltara la envenenada noticia tampoco es algo común. Y es que estás hecha de una pasta ¡que ya quisieran muchos! Sólo hay que leer tu libro para conocer tu secreto, además de un talento casi sobrehumano, demuestras que la humildad, el valor y el esfuerzo dan unos frutos inimaginables, sumados a tu alegría e ilusión, la vida está llena de emoción y buenos sentimientos. Tu voluntad, tus trucos antes de salir a escena, tu confianza... Como tú bien dices: «Nadie puede contigo si tú no quieres». No tengo duda de que nuestro cariño y tus sabias palabras, que compartes en ese maravilloso «cóctel de la felicidad», te seguirán manteniendo inasequible al desaliento, porque, como diría mi marido, «sos una fenómena».