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La Razón
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Las cifras de ingresos fiscales a falta de un mes para cerrar el año muestran un comportamiento excepcional. Los ingresos han crecido un 6,6% en términos de contabilidad nacional, casi el doble de la correlación histórica con el aumento del PIB.

Este incremento nos demuestra dos cosas. Bajar impuestos mejora la recaudación al incentivar la economía, y la mejora del consumo ayuda a las pymes, que son el 90% de las empresas de España. Devolver el esfuerzo a los españoles funciona. La recaudación por IRPF no ha caído prácticamente aunque se haya bajado, algo que era urgente. Adicionalmente, el efecto positivo en el consumo y la economía han hecho que esa bajada se compense con creces con un aumento de recaudación del 6,1% en el IVA. Pero lo que demuestra la importancia de las bajadas de impuestos expansivas es la subida de ingresos fiscales por impuesto de Sociedades, que ha sido del 19,9%. La bajada de dicho impuesto, que los agoreros cifraban en una pérdida de ingresos de más de 3.000 millones de euros, ha generado un aumento de recaudación sin precedentes en un proceso de recuperación.

No solo se demuestra el efecto expansivo. La recaudación por IVA crece un 90% más que el PIB por el aumento del consumo y la reducción de más de dos puntos de la economía sumergida, según el Colegio de Economistas.

La combinación de la recuperación económica y ayudas fiscales a pymes han generado un efecto multiplicador. Los ingresos por IVA de las pymes han aumentado un 11,5%, con la economía creciendo un 3,2%. Estos días asistimos a la batería de soluciones mágicas y propuestas confiscatorias de los populistas tras las elecciones, medidas orientadas a aumentar la rigidez laboral y la presión fiscal que sin duda entorpecerían la recuperación y creación de empleo porque siempre que se han aplicado han fracasado. Los populistas negarán la mejora porque su objetivo no es que España crezca, sino que aumente la cantidad de dinero dedicado asistencialismo que ellos gestionen. Que no falten observatorios y comités. Paga usted.

España ha demostrado que la mejor manera de reducir el déficit y sostener el Estado del Bienestar es crecer más y crear más puestos de trabajo que nuestros socios comunitarios. La fórmula para continuar sorprendiendo al alza es evidente. Una fiscalidad atractiva que apoye a la actividad económica, la creación de empresas y el empleo.