Iñaki Zaragüeta

Rivera pierde la oportunidad

La Razón
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Han ganado notoriedad pero nada de prestigio. El Partido Socialista, Ciudadanos, también Podemos, han ocupado durante tres meses la mayor parte del periodístico en papel, radio y televisión. Ahora bien, pregunta: ¿toda esa celebridad les ha deparado algo positivo? O por el contrario, ¿cuanto más renombre y más apariciones han protagonizado, menos prestigio han adquirido?

Pienso, como mi amigo Rogelio, que a pesar de que la incompetencia derivada del fracaso de las negociaciones pueda afectar a los tres, Ciudadanos puede verse más perjudicado al ser el partido de estructura más débil y cuyo futuro más dependencia unipersonal tiene. De sobra es sabido que cuanto mayor sea el poder, mayor incompetencia se puede mostrar.

¿Qué hay más allá de Albert Rivera? Nada. Mariano Rajoy no tiene por qué preocuparse en cuanto a su relevo, cuando toque. Sánchez percibe una clara sustituta como cartel electoral, incluso muchos la desean ya con ardor. Iglesias tiene a Bescansa, Errejón, Monedero..., su reto es mantener el partido con él o sin él. ¿Quién en lugar de Rivera? Nadie.

Da la impresión de que ha sido el líder de Ciudadanos el que más pelos se ha dejado en esa gatera negociadora, quien ha demostrado la ingenuidad de ofrecer el mismo pacto al PP y a Podemos, quien en definitiva a más votantes ha defraudado con su insistente idilio con Pedro Sánchez en lugar de hacer lo propio con Rajoy, como deseaban esos votos prestados.

Por más empeño que ponga en negarlo, la evidencia indica que una buena parte de esos apoyos le fue dada para controlar el poder omnímodo del PP, no para favorecer un Gobierno de izquierdas. Y la evidencia debe ser ley. Así es la vida.