Alfonso Ussía
Sin defensa ni interior
Pedro Sánchez ha presentado a su «Gobierno» en Barcelona. No pudo asistir Borrell por hallarse fuera de España. Hay toques exóticos. La vicepresidenta será Maritxell Batet, ex señora de Lasalle, el secretario de Estado de Cultura del Gobierno del PP en funciones. Pilar Cancela ocupará Agricultura, Ganadería y Pesca. El fontanero José Enrique Serrano será el coordinador entre los diferentes ministerios, es decir, que se lo va a pasar muy bien. Nuria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y ardiente defensora del derecho a decidir, ocupará la cartera de Políticas Sociales. En síntesis, que tendrá todo el poder del Estado para promocionar la quiebra del Estado o, lo que es igual, la fragmentación de España. Ángel Gabilondo será ministro de Educación. En cualquier caso, y a pesar de algunos deslices, creo que Gabilondo es una persona preparada, culta y decente. Teresa Ribera será la ministra de Sostenibilidad, fue secretaria de Estado del Cambio Climático con Zapatero, y el clima no cambió absolutamente nada. Un punto a su favor. Jordi Sevilla, Economía y Hacienda. Siendo la mitad de la mitad de malo que Montoro, los españoles quedaríamos plácidamente agradecidos. Silvia Bacigalupo, catedrática de Derecho Penal, será la ministra de Transparencia, un ministerio nuevo y con vocación de transparente, lo que se me antoja una bobada buenista sin mucho futuro. Ana García D’Atri, ministra de Cultura. Tengo un alto concepto de Ana, una de las mejores editoras que he conocido a lo largo de mi vida, inteligente y agradable. Rafael Bengoa, Sanidad. Mejor que Villalobos, seguro. Peor que Ana Pastor, seguro también. María González Veracruz, Ciencia. No puedo opinar por desconocimiento total de su persona y trayectoria. Ministro de Regeneración Democrática, Patxi o Pachi López, que le falta eso para completar su tarjeta de cargos. Margarita Robles, Justicia. Larga trayectoria y abundantes equivocaciones conceptuales, y también partidaria del refrendo catalán. Gregorio Cámara, ministro de la Reforma Constitucional. Si se crea ese ministerio, queda claro que Sánchez está empeñado en reformar la Constitución para que pueda ser legalmente convocado un refrendo de secesión. Carmen Montón, ministra de Igualdad, y Luc André Diouf, inmigrante senegalés, ministro de Inmigración, como es lógico. Un exotismo de galería que será muy celebrado en Senegal.
Entiendo que Borrell será el elegido para Exteriores, uno de los tres ministerios institucionales. Pero echo de menos en tan soberbia y emocionante presentación del «Gobierno» socialista dos ministerios fundamentales. Defensa e Interior. ¿Será que Sánchez no se ha atrevido a presentar a la comandante retirada Zaida Cantera como futura ministra de Defensa? Es probable. De todos es sabida la animadversión de Sánchez por los militares. Desprecia el patriotismo, la vocación, la honestidad y el servicio de los Ejércitos en beneficio de la sociedad. Pero no se atreve a humillar a las Fuerzas Armadas antes de tiempo. Y respecto a Interior, un problema parecido. La Guardia Civil y la Policía Nacional no entran en sus esquemas. Para Sánchez son dos ministerios perfectamente prescindibles y de segunda categoría. Un «Gobierno», aunque no vaya a gobernar, no se puede presentar con tan importantes ausencias.
Zaida Cantera es su chica mimada. Pero no creo que los mimos justifiquen que la institución militar, tan fundamentada en la jerarquía, sea mandada por una comandante retirada que sufrió el acoso de un teniente coronel ascendido en tiempos de Carmen Chacón. El «Gobierno» de Sánchez ha empezado muy mal. Este pobre hombre no aprende.
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