Martín Prieto

Sin día de la independencia

España no puede celebrar el día de su independencia porque nunca se manumitió de un poderío opresor, y no se sabe si esa circunstancia es de provecho o gravosa. No podemos fantasear como los estadounidenses de un «Independence Day» o lamentarnos de haber nacido un 4 de julio. Hemos probado muchas fechas, desde el ranciamente equivocado «Día de la raza» a un imposible 18 de julio que solo servía para devengar una paga extraordinaria porque no se debe conmemorar el inicio de una guerra entre hermanos. Pese al indigenismo, el 12 de octubre es una fiesta en toda América hispana y en EE UU, con su «Columbus day» italianizante. Cuando Cristóbal Colón creyó haber arribado a Cipango se inició lo que ahora entendemos por globalización, completada por la visión de Núñez de Balboa del Océano Pacífico. La ruta de la seda fue sustituida por el tráfico marítimo entre Europa y Asia a través de la breve cintura americana. Ya se sabe que los amerindios se habían descubierto a sí mismos miles de años antes pero 1.492 cambia el mundo como en pocas ocasiones ha sucedido y fue un hito coincidente con la unificación conyugal de los Reyes Católicos. España no se libera sino que es parida en un tálamo nupcial y bautizada con un nuevo continente. España es agregación de reinos, señoríos y vasallajes. No empieza con la retrógrada determinación de Numancia y somos íberos, romanos, visigodos y moros. Hasta en los más críticos tratados sobre la civilización occidental se admite que la expansión ultramarina de esa hispanidad naciente trasladó el centro de gravedad europeo hacia el Mediterráneo occidental, pero ayer había más conmemoración en la Avenida de Mayo bonaerense que en la friolenta Gran Vía madrileña. La ausencia de entusiasmo es lógica porque carecemos de un referente independentista y de un prócer al que laurear tras una batalla decisoria. España ha dado a luz tantas naciones que ya no tiene puerperio para las que se pretenden. Los que sueñan con tener el día de la independencia que no cuenta para la España secular han de entender que solo lo podrían obtener sobre los escombros y cascotes de todos.