Lucas Haurie
Socialdemocracia urbi et orbi
Se le entendió todo a José Antonio (¡¡presente!!) Griñán en el discursito de jefecito de estadito que nos endosó a sus subdititos en la víspera de Nochevieja. No es cualidad desdeñable la inteligibilidad en una suerte que obliga a los exégetas, antes al día siguiente y ahora de inmediato por intercesión de la red, a leer entre líneas, a darle doble sentido a cada frase e incluso a interpretar los silencios, las elipsis y hasta las pausas para tomar aire. La conjunción «pero» es siempre la tabla a la que se agarran los náufragos dialécticos. El presidente andaluz, quien le escribe los papeles, se asió a ella con desesperación al afirmar resignado que deberá «cumplir con nuestras obligaciones financieras»... para a continuación embarcarse en una ristra de adversativas que desembocó en la frase tan anhelada por su ejército de trincones: «Preservar los servicios públicos esenciales». ¿Adivinan cuál es el servicio más esencial de todos? El servicio de propaganda que entre todos le costeamos a través de la RTVA en sus versiones digital terrestre, satelital, radiofónica o web. Se le entendió todo a Griñán, desde luego: cuando anuncia sacrificios nos advierte sobre un aumento de la presión fiscal combinado con una mengua de las prestaciones; y cuando afirma que respetará sus políticas, se refiere a que no piensa dejar en la estacada a cuantos viven del erario, ni siquiera ahora que el pacto obliga a repartir. Canal Sur difundió el evangelio socialdemócrata urbi et orbi. Un servicio público esencial para todos los andaluces.
✕
Accede a tu cuenta para comentar