Miguel Ors

Sol, fútbol y democracia

L13David Cal

«Soy un fui», escribió Quevedo. «Soy un ayer», podría escribir David Cal. A sus vigorosos 32 años, ya leyenda del deporte español. Con cinco medallas (una de oro, cuatro de plata), el piragüista gallego es el olímpico español más laureado, el «Top 1». «Su ayer», como ha destacado Alejandro Blanco, «es un ayer de trabajo. La excelencia se alcanza trabajándola cada día». David, tímido, sencillo, con la llaneza de quien no da importancia a la excelencia de su trabajo, y soñando con una pala y una piragua, a sus sólo 32 años puede presumir ya de haber vivido una vida de sueño. En el homenaje que le ha rendido el COE, en su intervención, casi en susurro, dijo: «He sido afortunado. No se me ha dado mal».

X15Suspense

Como dije el otro día, el fútbol con suspense. No hay duda de que Real Madrid, que es equipo con mejores jugadores y más capacidad ofensiva, ha vuelto «a no poder» en el Calderón con el Atlético, equipo, sin duda alguna, con una envidiable capacidad defensiva.

–Lo de Cela, quien resiste gana.

«El cero a cero es el mejor de los peores resultados». Es posible. Ancelotti no suele decir chuminadas como Luis Enrique. El suspense de la eliminatoria, para los que amamos el futbol con suspense, continúa. ¿Beneficia el empate a cero al Real Madrid? Como todo es según el color del cristal con que se mire, si el Atlético, en el Bernabéu, hace gol antes que el Madrid, el suspense puede convertirse en tremendo drama para Carlo.

V17Fútbol y democracia

«España es el sol de Europa, qué maravilla para Europa. España, gracias a su sol, es el “descanso” del “guerrero” (trabajador) europeo». Agrega quien esto me dice, sueco él, leal desde hace años, en verano, al sol y a la paz de Águilas: «Democráticamente, en cambio, España es un nublado. Qué mal se entienden ustedes». Ahora mismo, el fútbol está expectante con el reparto de los dineros de la televisión. Villar, el Rajoy de la Moncloa del fútbol (FEF), ha tenido que dar su apoyo al texto de un decreto del que no tiene ni la menor idea. ¿Es eso democrático? El fútbol, como se sabe, es también «un ocio político». Pero ¿por qué no es también un ocio democrático? Miguel Cardenal, a juzgar por sus hechos, da la impresión de político poco soleado democráticamente; y el «populista» Javier Tebas pisa el césped verde del balón no exactamente por amor al fútbol (no es hombre parido por el fútbol), sino por amor al sol de la Moncloa del fútbol. El ministro Wert (en su paso por TVE, dejó rastro de talento y afabilidad democrática) debería, creo, escuchar a Villar.

–A ver, Ángel –debería decirle–, cuénteme las cuitas del fútbol desde su punto de vista.

¿Por qué no sumar al maravilloso sol de España el democrático sol del diálogo y del pacto?