Julián García Candau

Sólo hay tregua

Alguien ha impuesto el sentido común en el Madrid. Sospecho, y en ello no corro riesgos, que ha sido Florentino Pérez: Casillas reaparecerá ante la Real Sociedad. Habría sido tensar demasiado la cuerda que Mourinho tomara la decisión visceral de sentar de nuevo a Casillas. En el Bernabéu se podía haber producido una protesta de la que no saldría favorecido el entrenador. El madridismo está con su capitán. Tal vez Mourinho ha dado la impresión de que aceptaba la tregua, aunque la realidad, en mi opinión, es otra. No ha tenido suficiente valor para enfrentarse al público ninguneando de nuevo a Iker, («Para asaltar torreones, hacen falta más Quiñones».)

Aparentemente se ha firmado una tregua. Sí ha habido contrapartida, si se examinan las palabras de Casillas. Éste, siempre educado y conciliador, ha dado la cara admitiendo que se tiene que entrenar más, que de Silvino Louro, con quien parece que no se habla demasiado, ha aprendido mucho y que el entrenador es quien tiene autoridad para decidir titularidades y suplencias. Es la segunda vez que Casillas tiene que salir al ruedo para emitir justificaciones de hechos de los que no ha sido causante. La primera vez que le tocó lidiar con el enfado de Mourinho y Cristiano fue porque Sara Carbonero, en el ejercicio de la libertad de expresión de su profesión, habló del portugués sin mostrar grandes entusiasmos. No lo retrató, pero sí dibujó parte de su personalidad. Iker volverá a jugar. El trágala ha sido para Mourinho. Casillas ha aceptado un ejercicio de humildad.

Posdata. Con Mourinho, la paz empieza nunca.