Cástor Díaz Barrado

Todos los frentes

La Razón
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La reunión de Versalles entre los principales líderes de la Unión Europea para sentar algunas bases en el futuro de la Unión y la crisis diplomática entre Holanda y Turquía, que pretende ser aprovechada por los nacionalistas, prueba que el proceso de construcción europea se enfrenta a dificultades y que, desde diversos aspectos, no va a ser fácil consolidar la Unión. Hoy más que nunca se precisa en el mundo revitalizar un proyecto como la Unión Europea.

El debilitamiento de este proceso significará la fragilidad de importantes principios y valores. Representará el abandono de la solidaridad. Ningún esfuerzo de integración ha avanzado tanto en el planeta. Ningún proyecto de estas características ha proporcionado un marco de respeto a tantos valores compartidos. Es la hora de rescatar la ilusión por una Europa unida. Hay que convencer de que sólo en la Unión Europea cabe el bienestar de los estados miembros.

No debemos equivocarnos. Si se pretende desmantelar la Unión va a ser muy difícil volver a recomponerla. Únicamente cabe un camino: dar pasos hacia delante. En estos momentos de zozobra no cabe mirar atrás. Mucho menos ceder en la solidaridad. El proteccionismo no es un valor ni un principio en el que debamos inspirarnos. No debemos emular a quienes caminan en esa dirección. El tiempo dará la razón, sin duda, a los líderes que apuesten por la integración. Cada vez más Europa y menos estados. Este ha de ser el objetivo. Este es el motivo que ha justificado tantos sacrificios. Los europeos que hemos decidido unirnos hemos logrado lo impensable. Esta en juego la prosperidad. No debemos ceder ni contagiarnos de políticas equivocadas por muy poderosos que sean los estados que las practican. No queremos que tenga lugar el fin de la Unión. Ni un paso atrás en la senda de la integración. Que seamos capaces de hacer que termine la era de los estados. Menos nación y menos estado. Más solidaridad.