Política

Restringido

Un enorme fracaso

Un enorme fracaso
Un enorme fracasolarazon

No es más que la constatación de un enorme fracaso. Artur Mas ha reconocido oficialmente que no se podrá hacer la consulta independentista en los términos del decreto de convocatoria que está suspendido por el Tribunal Constitucional. Es algo que sabía desde hacía meses, pero a pesar de ello siguió empecinado en un proceso que sólo ha servido para dividir a la sociedad catalana y crear una enorme crispación. Es una situación que como catalán me resulta tan triste como irritante, porque no entiendo las razones para provocar artificialmente un grave problema por intereses partidistas. Cataluña nunca ha necesitado la independencia para ser un territorio próspero económicamente, potente culturalmente y solidario con el resto de España, que es, por cierto, su gran mercado comercial y donde todos tenemos vínculos muy estrechos familiares y de amistades. Ha sido un proceso construido con mentiras tanto históricas como de la realidad sobre las relaciones con una España de la que formamos parte desde la Hispania romana. Hay un hilo conductor que llega hasta nuestros días que configura una rica realidad política, cultural, económica y social que una minoría quiere romper sin importarle las consecuencias. La polémica entre las regiones más desarrolladas y las que lo están menos, que son acreedoras de la solidaridad y las inversiones para avanzar hacia la igualdad, es una polémica muy antigua pero también habitual en la mayor parte de las naciones del mundo. Es algo que sucede en la Unión Europea, donde los contribuyentes netos quisieran que se redujera la factura que pagan. Otra cuestión distinta es que sea necesario perfeccionar el Estado de las Autonomías y resolver los problemas de financiación, para que sea más justo a la vez que garantice la solidaridad interterritorial. El problema es que el nacionalismo catalán ha manipulado estas cuestiones para exacerbar el independentismo y buscar ventaja para emprender un proceso que siempre ha buscado la ruptura de España. Lo sucedido es un enorme fracaso de Mas, que se une al que obtuvo en las elecciones autonómicas, pero una de sus características es que nunca asume responsabilidades. Es una palabra cuyo significado desconoce. En cualquier otro país de la Unión Europea hubiera presentado la dimisión porque ha fracasado estrepitosamente. Me preocupa la siguiente etapa de esta huida hacia adelante. No sólo no reconoce el error, sino que todo indica que buscará otra vía para seguir con la tensión y el enfrentamiento. La independencia sólo serviría para satisfacer la vanidad de algunos políticos a los que les gustaría que fuera un Estado sabiendo que estarían fuera de la Unión Europea. No les importa las consecuencias sociales y económicas. Es cierto que hay catalanes que quieren ser independientes, no es una novedad porque es un dato que han mostrado las encuestas desde hace décadas, pero siempre han sido una minoría. Otros se han sumado agitados por unas asociaciones que desde hace décadas han estado muy bien financiadas por el Gobierno catalán, cuyos medios de comunicación han sido decisivos en este proceso. No ha existido la neutralidad que es exigible a una televisión y una radio que pagamos entre todos, sino que han mostrado un activismo lamentable más propio del periodismo de trinchera y partidista. Hay gente que se ha creído unas mentiras que insistentemente se han lanzado para provocar la ruptura. Es una lástima que Cataluña no tenga políticos de la altura de Tarradellas para enderezar lo sucedido y abrir un diálogo sensato.