Carmen Enríquez
Un pequeño rayo de esperanza
Se abre un pequeño rayo de esperanza para el duque de Palma. La contratación de Iñaki Urdangarín, propiciada por su antiguo entrenador, Valero Rivera, para unirse a la selección de balonmano de Qatar es la única posibilidad de trabajar que se le ha ofrecido desde que terminó su trabajo en Telefónica.
Un gesto muy de agradecer por parte del antiguo jugador de balonmano hacia la persona que le ha echado una mano a pesar del escándalo mayúsculo del «caso Nóos».Valero ha actuado con una gran generosidad hacia un deportista que contribuyó decisivamente a ganar trofeos y medallas al equipo español de balonmano.
No hay que olvidar tampoco las buenas relaciones existentes entre el Rey Don Juan Carlos y el jeque de Qatar, una circunstancia que sin duda habrá ayudado a que Iñaki Urdangarín haya obtenido el beneplácito de la familia real qatarí para desempeñar su nuevo puesto en la selección de su país.
El Rey Don Juan Carlos, sin duda, ha debido de ver con buenos ojos el hecho de que su yerno le comunique una noticia positiva como ésta en la que da una oportunidad de trabajar a Iñaki Urdangarín.
Con ello, terminará también el periodo de aislamiento total del marido de la Infanta Cristina, que ha tenido que pasar por meses en los que permanecía sólo en casa, de la que únicamente salía para hacer deporte y siempre con el riesgo de ser rechazado e incluso increpado por la mayoría de la gente con la que se cruzaba.
Lo que cabe esperar ahora es que el duque de Palma aproveche esta nueva oportunidad que se le brinda y no la tire por la borda. Es lo que más le conviene para recuperar una parte de de la honorabilidad perdida.
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