Paloma Pedrero
Un perro
Si estás dispuesto a que por la mañana, aún cuando te quede un rato de sueño, te despierten a lametazos
Si estás dispuesto a levantarte y, nieve o truene, vestirte, y lanzarte a la calle
Si estás dispuesto a educarle con calma
Si estás dispuesto a pensar en qué vacuna le toca ahora
Si estás dispuesto a gastarte un buen dinero en veterinarios
Si estás dispuesto a cargar con los sacos de pienso e ir probando cuál es el que mejor le sienta
Si estás dispuesto a volver a casa cuando mejor te lo estás pasando porque te espera
Si estás dispuesto a encontrarte alguna pulga o garrapata alguna vez
Si estás dispuesto a hacer calle o parque y tragar polvo durante años
Si estás dispuesto a lavar patitas y trasero cuando vuelves a casa tres veces al día
Si estás dispuesto a aguantar ladridos o ansiedades a veces
Si estás dispuesto a escucharlo y quererlo como a uno más de tu familia, y a compartir sofá con un felpudo,
Regala un perro. Adopta un perro.
Yo que lo tengo te aseguro que es una experiencia única. Que nunca te fallan. Que te devuelven con creces todo lo que les das. Que te miran como nadie te ha mirado nunca. Que están contigo a las buenas y a las malas, en la salud y en la enfermedad sin promesas ni documentos. Que son un ejemplo de bondad. Que te enseñan cómo comportarse ante los reveses de la vida. Que aman incondicionalmente.
También has de estar dispuesto a soportar su muerte. Tienen vidas cortas. Y es una experiencia radicalmente dolorosa.
Para mí, con todo, merece la pena. Mi perra es de lo más humano de mi vida y sus alrededores.
✕
Accede a tu cuenta para comentar