Crisis del PSOE

Un tal Fernández

La Razón
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El PSOE del sur ha encargado a un «profesional» el entierro de Sánchez. En el «recao» no se puede decir eso de «que parezca un accidente», entre otras cosas, porque después de la refriega, el «finado» se sienta en el Congreso de los Diputados. Javier Fernández es un «socialistadetodalavida» que considera a los de Podemos enemigos y a los del PP ésos con los que tiene que compartir la multipropiedad en los otoños de la democracia. Bipartidista de bien. Un auténtico «traga sables», aunque por textura prefiere los «sapos». Ya barrunta tormenta porque se le ha aparecido uno con verrugas y veneno de abstención. Por eso, en esta reconquista quiere primero reunir a los que mandan, a los jefes de las tribus, y luego ir a un Comité Federal en el que se entreguen las armas a la entrada. Lo de los militantes para el PSOE «del mal menor» es una pesada carga, un tostón. Todo por España, pero sin los del carné, no sea que peguen una espantada, quieran a Barrabás y estropeen el testamento que está escribiendo el socialismo español con caligrafía de «cole de pago». Fernández tiene 15 días para hacer a Rajoy Presidente. No le va a dar tiempo a templar, así que tendrá que mandar. Ya ha dicho su apoderado, el portavoz de la Gestora, Mario Jiménez (otra mano derecha de Susana, que tiene más brazos que una diosa hindú), que si alguno de los diputados quiere libertad, que eso no será aceptado «bajo ningún concepto», y le ha contado a Alsina en Onda Cero eso de que «Pedro Sánchez votará lo que establezca el partido». Malos tiempos para la libertad en la casa socialista, y temerario gestionar estas semanas. Pero Fernández todavía mantiene el aire de torero veterano. El mapa de sus cornadas tiene escenarios de sangre y carbón, conoce los reflejos del «black zaíno». Se hizo con el poder a lomos del todopoderoso líder de SOMA-UGT, Villa, el que se llevó las ayudas a la minería, las de los trabajadores, puño en alto y silbando la internacional. Tuvo que sacrificarlo. Todavía mantiene la muñeca firme. En las becerradas con compañeros cosecha éxitos en pie, y por eso le han encargado en Madrid esta de Beneficencia en la que el PSOE tiene que matar las terceras elecciones por la vía de Rajoy y luego dejar que suene el pasodoble con Mariano dando la vuelta al ruedo. Todo para cuando ya se gestionen los palacios de invierno, cambiar el uso del coso, organizar festivales de circo y los españoles quieran pan.