Francisco Marhuenda
Una actuación excesiva
Elena Valenciano espera obtener réditos de un comentario equivocado de Miguel Arias Cañete para mostrarlo como un machista. Desde el viernes que cometió el error, la candidata socialista no tiene otra línea argumental que erigirse en la única portavoz de las mujeres españolas. La manipulación es muy zafia, pero es algo que viene siendo habitual entre algunos dirigentes socialistas desde la Transición. No hay más que acudir a las hemerotecas para comprobar las brutales descalificaciones que sufrieron los líderes y altos cargos de UCD o el PP sin que la verdad tuviera alguna relevancia. Todo vale para conseguir algún rédito. No creo que esta desmesura le resulte útil, sino más bien contraproducente. Eso de presentar a Miguel Arias y su partido como machistas no tiene ningún fundamento. Es una sobreactuación de la candidata socialista, que se mueve con gran comodidad en el terreno del populismo. Es cierto que Arias se equivocó y que no fue su día más acertado, pero dudo que hubiera servido de algo una disculpa. A partir de ese momento, Valenciano ha seguido un guión donde ha teatralizado lo sucedido como si fuera un grave atentado contra las mujeres con el único objetivo de movilizar a un electorado que prefiere a IU y otras formaciones de la izquierda radical. En cambio, se puede convertir en el mejor agente electoral de Arias porque la desmesura es contraproducente. Las mujeres tienen un gran peso en el PP y no creo que les guste la desfachatez con que se dedican desde el PSOE a descalificar a una persona de la calidad humana de Miguel Arias. Es cierto que en política no hay que esperar cortesía en el adversario porque es una lucha descarnada por el poder. Lo mismo sucede muchas veces con los propios compañeros del partido, pero en este caso es cierto que todos, incluso el propio Arias, coinciden en el error porque era un comentario que permitía una tosca manipulación. Al menos sabemos que a Valenciano no le interesa hablar de Europa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar