José María Aznar Botella

Una buena noticia

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Esta semana conocimos la balanza de pagos de agosto, mes en el que Espana registró un superávit por cuenta corriente de algo más de 2.000 millones. Es más que notable el ajuste que está realizando el sector privado en España, que empieza ya a generar el suficiente ahorro para cubrir sus necesidades de financiación y en el segundo trimestre casi las del sector público. Este dato tiene un aspecto positivo, el del buen comportamiento de las exportaciones que crecieron un 5% en el segundo trimestre, y un aspecto más que negativo en el desplome de las importaciones debido a la caída de la demanda interna. Esto último es un problema no sólo para España sino para el resto de Europa, y sugiere que el buen comportamiento de nuestras exportaciones peligra. La consolidación fiscal en Europa está causando estragos en la actividad económica en la zona euro, y no sólo en la periferia. Los últimos datos indican que Alemania está también al borde de la recesión y pone de manifiesto la necesidad de que este enorme esfuerzo fiscal se acompañe de un estímulo monetario. Europa está en crisis como lo están China y Japón, de forma que lo que pase en EEUU es cada vez más relevante. Allí están sucediendo dos cosas muy importantes. Parece ya claro que el mercado inmobiliario se recupera, y el país se encamina hacia la independencia energética. Los nuevos descubrimientos de gas le van a suponer a Estados Unidos una generación de riqueza de aproximadamente 1.000 millones al día, lo que supondrá una revolución para la economía americana y tendrá importantes consecuencias para la geopolítica mundial. Más que nunca necesitamos que EEUU vuelva a tirar del carro económico mundial, y para ello no tengo duda que la buena noticia sería que el martes ganase Romney. El sector privado americano, lleno de liquidez, vive ahora sin confianza y atenazado por las políticas de Obama. Necesitamos que Estados Unidos ponga esa liquidez a trabajar. Nuestro sector exterior necesita que se genere inflación en el mundo, que se invierta y se consuma. Para que esto suceda necesitamos a Romney.