Iñaki Zaragüeta

Una decisión sorprendente

La Razón
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Sorprende que la decisión del juez de instrucción sea más dura que la posición del fiscal. Generalmente suele ser al revés. Sin embargo, en el caso del presidente de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco decidió el lunes implicarle directamente en la «trama Púnica» en contra de la opinión del fiscal anticorrupción, que se manifestaba tajantemente en contra al considerar que no existían indicios de haber incurrido en delito alguno.

Tengo una excelente opinión del magistrado Velasco, al que conocí como director general de Justicia del Gobierno valenciano. De ahí que me extrañe no sólo por esa contradicción con el Ministerio Público, sino porque la razón invita a creer en la inocencia del presidente murciano. No incurrió en delito alguno porque no se formalizó ningún contrato de publicidad con la empresa afectada por este «affaire» y, en consecuencia, no hubo perjuicio para las arcas públicas.

La verdad es que el asunto invita a la perplejidad. Sánchez no pasó de conversar con las empresas de Alejandro de Pedro, principal protagonista del «caso Púnica», sin que llegara a firmar, ni pactar, ni aceptar un presupuesto, ni pagar factura alguna. Con estas premisas no parece lógico incluir a nadie, mucho menos como investigado (antes imputado) con las consecuencias tan graves política, social y económicamente. Conviene recordar que una imputación de Sánchez afecta al pacto de gobierno entre el PP y Ciudadanos, partido que exigirá la dimisión en el momento que se entrara en esa fase judicial, cosa que aún no ha sucedido. Ahora es el Tribunal Superior de Justicia de Murcia el órgano competente. Así es la vida.