Va en serio

El Madrid-Atlético del sábado no es uno más de los derbis de los últimos años. Ahora, ni siquiera confían los rojiblancos en el gol de Albertini en los últimos minutos. Las gentes atléticas no creen que sea un sueño ganar en el Bernabéu. Hay ya larga trayectoria en la que han salido escaldados. Hay ya demasiados partidos sellados con la derrota para que no exista la creencia de que tal racha va a terminar.

El Atlético le lleva ocho puntos de ventaja al Madrid y los resultados no son sólo la diferencia existente entre ambos. El Atlético emociona, compite más colectivamente y sabe cuáles son sus armas y cómo emplearlas. Del Madrid se desconoce a qué juega. Del Madrid se constata su potencialidad en el ataque y firmeza en defensa, pero también se cree que basta con marcar a Xabi Alonso al modo Mangriñán, para que al juego le falte buena orientación y pases largos para aprovechar la velocidad de Cristiano y Di María. El Madrid se rompe en las segundas partes. Da la impresión de que, por falta de cohesión en el fútbol que practica y por la ramplonería de sus ideas, juega al contragolpe como los modestos y carece de fortaleza física para aguantar los noventa minutos.

Mourinho va a vivir el más angustioso de los derbis. Está en juego, además de los puntos, su propia credibilidad. Perder con el Atlético justificaría una más de sus maniobras de distracción, mas sin Copa de Europa tendría billete con fecha 30 de junio.

Posdata. Ozil cuenta con la solidaridad de la mayoría del equipo.