María José Navarro

Yo, Leonor

Vds. a lo mejor no se han dado cuenta. Vds. están a sus cosas, a sus recibos y eso. Pues hoy es el cumpleaños de papi. ¡Ayyy dios mío!, que parece que fue ayer cuando era quiticico y mira lo alto que ha llegao. Mi hermana y yo estábamos preparando la fiesta «after». Le dije a So «a que no hay a sacar a Paquirrín de «Gran Hermano» y que pinche un rato en la casa, que ya verás la carita que va a lucir madre». Como no veíamos claro que se aceptara, pensamos en una churri en bikini saliendo de una tarta. O llevarle vestido de Guti en el Ave a Albacete y allí ya que fuera lo que dios quiera. Pero claro, ya sabes vds. que esta familia, excepto el abuelo, tiene la gracia en el codo. Una ópera, un teatro experimental, una obra en serbio. Así estamos. Pero vamos, que ni eso. Que está en África, ya ves tú. «Cariño –le dijo a madre– existe la posibilidad de asistir a la primera cumbre de jefes de países africanos y me creo en la obligación de estar presente para reforzar los lazos con España y mostrarles nuestra cercanía y solidaridad ante los duros tiempos que corren». Y mi madre respondió: «Ya estás tardando». Total, que le vamos a guardar los regalos, que son también de me mondo y me pelo de risa. Todo moderno. Unos libros de acabar como una oveja modorra y una camisa con las iniciales bordadas. «¿Dónde quedaron las influencias de la Sannun y la moda nórdica?», he preguntado en voz alta. Pues yo calculo que hasta que papi no cumpla cincuenta no salgo del rincón de pensar.