María José Navarro

Yo, Leonor

He estado echándole un vistazo al «Hola» y aunque se me iban los ojos con Cayetano Rivera he conseguido dar con el reportajito de marras que nos han hecho a la familia feliz. «Divertida excursión a la Sierra de Tramontana». ¿Se puede llevar una vida más aburrida en verano, eh? ¿Se pueden hacer planes más turras que los que tenemos So y yo? ¿Desde cuándo ir cargando con un folleto es una actividad guay? ¿Vds se creen lo que hay que tragar en vez de estar todo el día en el barco, que es lo que a mí me pone? Pues no. Venga bichos, venga matojos, venga papeles. El año pasado una granja escuela y éste un sitio con mapas. Y luego ir a misa, claro, que yo ya no sé si para qué hacer la comunión, que llevo iglesias para dar y tomar. Ahora, luego dan una cena con gente famosa y no me llevan. Ahí, que podía estar yo en mi salsa, nada. Ahí, que podría estar yo haciéndole un traje a la mujer de Carlos Moyá, pues no. Ahí encerrada. Madre, no te pongas esa crema con brillos que llevabas en el fiestión, que hay que acercarse a ti con una mampara de baño por delante. Sentí un pellizco en un muslo y supe que el comentario había sentado como un tiro. Pero vamos, que dados los planes que me montan estar castigada es la mejor opción. Como a mi hermana se le han caído los dos paletos de golpe ahora me gusta jugar a la rana con ella y así me paso las horas. A poquito que abre la boca, zas, le tiro un tapón de Pepsi. ¡Ay, si no fuera por esos momentos!