Toni Bolaño

Yo no soy tonto

Este año tendremos unos presupuestos equilibrados, que apuestan por las familias. Además, no habrá más recortes. La felicidad me desborda. Tras años de hachazos, volvemos a recuperar la senda del crecimiento. Se creará empleo, la economía se reactivará, será más fácil luchar contra las desigualdades y nuestras empresas recuperarán el músculo perdido por la crisis. Cataluña será más Cataluña que nunca caminando por la transición nacional que pondrá punto y final a todos los males que nos afectan. Estoy feliz.

Este retrato idílico que nos presenta nuestro gobierno de derechas y su socio, supuestamente de izquierdas, es MENTIRA. Una más. Resumiendo. Los presupuestos ponen en marcha 30 nuevas tasas e impuestos que pagarán los catalanes al margen de los ingresos que perciban. El gasto por alumno en la escuela pública caerá un 28 por ciento desde 2010. Los funcionarios seguirán sin paga extra. Continuará la sangría de interinos hacía las listas de paro. Los recortes de 2013 se consolidarán en 2014, pero lo harán por la puerta de atrás. Los hospitales seguirán con camas vacías, con menos servicio y los trabajadores más estresados. Se venderá patrimonio, augurando ingresos extraordinarios. Se mal venderá. Seguirán las privatizaciones. Consecuencia inmediata, recortes a los trabajadores privatizados. En paralelo, nos contarán cuentos chinos sobre las grandes perspectivas de Barcelona World. Que si creará empleo, riqueza. Pero el empleo será penoso, el escalón más alto de la precariedad, y la riqueza –si existe–, la veremos en pantalla de plasma.

Y luego, la fiesta se animará con los fastos de 1714. Esa guerra que cuentan fue de España contra Cataluña. El indocumentado conseller Francesc Homs i Jaume Sobrequés se olvidarán de los defensores de Barcelona. De su último pregón firmado por los mandos militares y la Junta de Gobierno, a las 15.00 horas del 11 de Setembre, en el Portal de Sant Antoni. Un desgarrador llamamiento a las armas para frenar a las fuerzas borbónicas: «Se confía, que todos como verdaderos hijos de la patria, amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados con el fin de derramar gloriosamente su sangre y su vida por su rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda España». Esto no es MENTIRA. Es Historia. Pero Mas seguirá con sus mentiras arriesgadas. Al final, como el anuncio «yo no soy tonto».