Las correcciones

Cuchillo y la claridad afilada de Rushdie

El escritor indio cree que un Estado palestino ahora con Hamás será otro Estado talibán, cliente de Irán

La última imagen que vio Salman Rushdie con su ojo derecho fue la su atacante «un viajero en el tiempo, un fantasma asesino del pasado» acercándose a él como «un misil achaparrado». Rushdie perdió un ojo como consecuencia del acuchillamiento sufrido durante un festival literario en Chautauqua, Nueva York, en agosto de 2022. El autor de «Versos Satánicos» ha transformado esta experiencia brutal y traumática en un libro de memorias: «Cuchillo: Meditaciones tras un intento de asesinato», publicado en España por la editorial Penguin Random House y presentado esta semana en Madrid. «Es raro que alguien pueda describir una experiencia cercana a la muerte», escribe en su audaz relato del «casi asesinato». El escritor amenazado desde hace 33 años por una fatua emitida por el líder supremo iraní, el gran ayatolá Jomeini, asume con esta escritura lo que su amigo Martin Amis había descrito como «la atrocidad» del ser humano. «Cuchillo» se concibe como una especie de «ajuste de cuentas» en el que «responde a la violencia con arte» porque la palabra probablemente sea el arma más poderosa contra el fanatismo. El escritor indio-británico se había dado cuenta de que sería incapaz de retomar la escritura hasta que no plasmara en papel este acontecimiento tan definitorio de su propia existencia. El trauma como parálisis y la narración como terapia. El lenguaje siempre ha sido el arma del escritor indio, su herramienta para diseccionar este mundo tan bello y cruel al mismo tiempo.

Rushdie perdió en agosto de 2022 la visión de un ojo, pero no la afilada claridad de su mirada. Defensor desde hace años de la solución de los dos Estados para terminar con el conflicto árabeisraelí, el escritor ha mostrado en esta gira europea su rechazo a un reconocimiento inmediato del Estado palestino. En su opinión, este paso daría una victoria política a Hamás inmerecida después de los salvajes atentados del 7 de octubre. No oculta su sorpresa por la moda instalada en la izquierda occidental para reconocer un Estado palestino bajo el control todavía de Hamás. «Eso lo convertiría en un Estado similar al de los talibanes, y sería un Estado cliente de Irán», ha afirmado.

«¿Es eso lo que quieren crear los movimientos progresistas de la izquierda occidental? ¿Tener otro talibán, otro Estado similar a los ayatolás, en Oriente Próximo, justo al lado de Israel?», ha declarado en un podcast de la emisora alemana Rundfunk Berlin-Brandenburg. Muestra su total comprensión por el insoportable número de víctimas inocentes en Gaza pero traza una línea clara entre la condena a estas muertas y el respaldo a una organización de carácter terrorista como Hamás. «Es muy extraño que una política estudiantil joven y progresista apoye a un grupo terrorista fascista», ha señalado en relación a la oleada de protestas en los campus universitarios de Estados Unidos y Europa. La llamada de atención de Rushdie es pertinente y debería ser escuchada por la izquierda europea porque pocas personas han convivido con una condena a muerte durante más de tres décadas emitida por un régimen teocrático que aplasta a las mujeres por no vestir como ellos quieren. Sin embargo, Sánchez reconocerá el próximo 28 de mayo el Estado palestino con Hamás utilizando de escudos humanos a su propia población civil.