Acierto de Rajoy al comprometerse con los agentes

En este periódico hemos denunciado que la brecha salarial entre los miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil y los de las policías autonómicas es uno de los agravios más escandalosos de nuestro servicio público. Es difícil encontrar una injusticia mayor que el hecho de que unos funcionarios perciban alrededor de mil euros menos que sus compañeros de otros cuerpos del Estado por realizar el mismo o similar trabajo. Se trata además de una afrenta que los diferentes gobiernos de la Nación fueron incapaces de solucionar y que, peor aún, ni siquiera repararon en ella incluso en épocas de bonanza económica. Afortunadamente, la movilización de los policías y los guardias civiles en defensa de sus derechos que LA RAZÓN ha respaldado activamente ha provocado también una reacción política con propósito reparador y de enmienda por parte de los principales partidos del país. El propio presidente del Gobierno se comprometió ayer a avanzar «poco a poco» hacia la equiparación salarial de policías, guardias civiles y mossos para resolver las desigualdades. Como reclamó el partido de Albert Rivera, los próximos Presupuestos Generales del Estado deberán recoger ya esa voluntad de hacer justicia que arranque además un plan plurianual que iguale definitivamente las nóminas. La democracia se lo debe a quienes sirven de manera ejemplar al Estado y cumplen con su deber en condiciones que tienen que mejorar.