Desempleo juvenil
Ayuda excepcional
El deterioro del mercado laboral español ha continuado en los últimos meses, como el Gobierno había previsto. Las perspectivas a corto plazo no son optimistas en la medida en que el escenario de recesión proseguirá. En estas circunstancias, ninguna economía del mundo estaría en condiciones de generar puestos de trabajo y España no es la excepción. Los efectos de la reforma laboral del Gobierno y de la flexibilización insuflada en el sistema tardarán en ser perceptibles porque el parón económico ha entumecido el músculo laboral y ha obturado los engranajes centrales que generan la actividad precisa. Es cierto que los últimos índices de paro registrados han ofrecido algunos datos esperanzadores, pero no lo es menos que el volumen de desempleados se ha situado en cotas dramáticas de las que no parece que descenderá en la próxima Encuesta de Población Activa, que se conocerá este jueves. Tras cuatro años de dura crisis, la lacra del paro ha conducido a demasiadas familias y personas a situaciones extremas que el Gobierno no ha ignorado ni ha desatendido. En este sentido, el próximo Consejo de Ministros tiene previsto estudiar la prórroga de la ayuda de los 400 euros para parados de larga duración que concluye el 15 de febrero, como ya hiciera en agosto de 2012. El conocido Plan Prepara es un programa de recualificación profesional que pretende promover la transición al empleo estable, la formación de los desempleados y contempla esa asistencia financiera para aquellas personas sin trabajo que hayan agotado sus prestaciones, se incluyan en programas de cualificación y estén inscritas en itinerarios profesionales. El Gobierno se fija como objetivos fundamentales el de preservar la situación de los ciudadanos en circunstancias extremas, al tiempo que se pretende mejorar su reinserción laboral. Son propósitos encomiables y vinculados a un esfuerzo financiero notable, aunque entendemos que justificado en una sociedad en la que un millón y medio de hogares tienen a todos sus miembros en paro. La ayuda de los 400 euros ha resultado esencial para que las 600.000 personas que se han beneficiado de ella desde su creación pudieran percibir algún ingreso, pero, a su vez, ha supuesto un serio desgaste de las finanzas públicas de un país sometido a un muy exigente proceso de disciplina fiscal por parte de las autoridades comunitarias. Por tanto, si el Ejecutivo finalmente da luz verde a la prórroga del Plan Prepara, lo más seguro es que nuevas partidas presupuestarias se vean sometidas a ajustes complementarios. No se trata de cuadrar el círculo, sino de cuadrar las cuentas para cumplir los objetivos de estabilidad. Atender a los necesitados tiene un precio que debemos pagar, pero seamos conscientes de todo lo que supone.
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