El mismo terror de Berlín a Jerusalén

Apenas tres semanas después de que el Estado Islámico (EI) matara a 12 personas en un mercado navideño en Berlín, un atentado con el mismo «modus operandi» acabó ayer con la vida de cuatro jóvenes (tres mujeres y un hombre) que hacían el servicio militar en Jerusalén. De nuevo las imágenes de un camión destrozado tras el atropello mortal trajo a nuestra memoria el siniestro ataque de Niza, donde los yihadistas mataron a 84 transeúntes. Quizá sea muy prematuro establecer una conexión entre esta cadena de atentados, sobre todo porque no se tiene constancia de la presencia del EI en suelo israelí y porque los palestinos ya habían empleado vehículos para sembrar el terror. Pero resulta innegable que las acciones yihadistas en Europa inspiran atentados como el cometido ayer por un ciudadano palestino y se alimentan del mismo odio. Dos estadounidenses y 40 israelíes han sido asesinados en la llamada «Intifada de los cuchillos», que comenzó hace poco más de un año. El conflicto que enfrenta a los palestinos con la única democracia de Oriente Medio desde hace casi 70 años, sigue siendo la piedra angular de muchas de las guerras de la zona. Y su resolución es una condición «sine qua non» para pacificar esta convulsa región del mundo, desde Turquía a Afganistán.