El Rey, al lado de Barcelona y Cambrils

El Rey ha estado al lado de los barceloneses y del pueblo de Cambrils desde que se produjeron los atentados del día 17. Acompañó a los familiares de las víctimas en su dolor, apoyó a las fuerzas de seguridad y servicios de asistencia por su gran labor y quiso mostrar que ante la barbarie era necesario un comportamiento ejemplar que expresara que este país no iba a ser derrotado por el terrorismo. Esa es la obligación del Jefe del Estado, cuya función constitucional está unida a la defensa de nuestra democracia y de nuestro valores de libertad. Su presencia en Barcelona fue de gran dignidad y sincera solidaridad. Parece que no a todos les gustó, especialmente a un independentismo irredento e intolerante que propuso que no asistiese a la manifestación que tendrá lugar mañana. El Rey no podía dejar de estar presente en esta marcha contra el terrorismo y en apoyo a las víctimas de los atentados de Las Ramblas y Cambrils. Finalmente acudirá, un gesto que Barcelona, Cataluña y el conjunto de la ciudadanía apreciará. La unidad institucional es fundamental en estos momentos: el yihadismo busca fracturar nuestra sociedad, dividirla y verla entregada a la intolerancia y el radicalismo. El Rey, como primera institución del Estado, tenía la obligación de cerrar filas con los que han sufrido este ataque y demostrar ante el mundo que toda España está con Barcelona. Que el terrorismo no triunfará.