El «sorpasso» no puede ser a cualquier precio

La pretensión del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de convertirse en el referente de la izquierda española puede arrastrarle al error de formar coaliciones electorales de aluvión, incluso con grupos políticos de dudoso pedigrí democrático, que comprometen el futuro de la formación y que, como dicta la experiencia, suelen ser fuente de constantes conflictos internos. Nos referimos, por supuesto, a las propuestas de pacto con Bildu y Geroa Bai en Navarra que ha hecho la marca local de Podemos y que pretende extender al País Vasco. Aun cuando damos por válidas las afirmaciones de Pablo Iglesias, en el sentido de que descarta cualquier acuerdo con los partidos proetarras e independentistas, no debería extrañar que muchos de sus hipotéticos votantes se repensaran el sufragio ante lo que parece una posibilidad razonable, dada la actitud personal que ha mantenido Iglesias con un personaje como Arnaldo Otegi. Lo que no era más que una estrategia para captar votos en los medios de la extrema izquierda vasca y navarra, que tuvo éxito en las últimas elecciones, puede pasarle una factura pesada. La búsqueda del «sorpasso», sí, pero no a un precio que muchos presuntos electores de Podemos no están dispuestos a pagar.