Presidencia del Gobierno

Hay que evitar una investidura «in extremis»

La Razón
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Es un cambio notable en la escena política nacional que el diálogo entre los máximos responsables orgánicos de las dos principales fuerzas se haya normalizado tras la etapa negra de Pedro Sánchez. Con Javier Fernández al frente de la gestora del PSOE, el tono es otro y los mensajes parecen más razonables, si bien es cierto que aún no hay un compromiso cerrado sobre la gobernabilidad. Es un paso notable que haya desaparecido el «no es no» de la retórica del PSOE y que la voluntad, con todas las dificultades que se quieran, sea la de levantar el bloqueo y evitar así las terceras elecciones. Pero hay obstáculos, y no menores. Además de la división socialista y las dificultades claras para garantizar la disciplina en el Grupo en el Congreso, está el tiempo. El calendario apremia y los socialistas deben actuar en consecuencia. Hay días suficientes para celebrar los cónclaves obligados y evitar, en principio, que Mariano Rajoy acuda como presidente en funciones a la Cumbre Iberoamericana el 28 de octubre. Toda semana anclados en la provisionalidad es un tiempo perdido tras diez meses sumidos en la excepcionalidad. Los esfuerzos y el talante de Javier Fernández son de agradecer en estos momentos, pero debe ser consciente de que el PSOE no puede fallar un día más al interés general.