Podemos

Pablo Iglesias no puede amordazar a la prensa

La Razón
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No es la primera vez que Pablo Iglesias se refiere a los medios de comunicación menospreciando el trabajo de los periodistas. Ayer fue la última vez. Dijo que aquellos que cubren la información de Podemos están «obligados profesionalmente a hablar mal», refiriéndose a un redactor de «El Mundo». Recordemos que este partido llegó a proponer una ley para que los medios de comunicación estuviesen sometidos a control público, «por lo menos una parte», suponemos que los afines. Hace unos días vimos las fotografías de un Iglesias posando para un semanal con la melena suelta, como cualquier estrella del «couché», complaciéndose como símbolo político-sexual. Comprendemos que ese formato sea el que le guste a este político con experiencia periodística en una cadena de televisión pagada por Irán, una teocracia ejemplo de libertad de expresión; que siempre hablen bien de él y que sólo destaquemos sus puestas en escenas «agitprop» y engoladas declaraciones, pero lo cierto es que lo pone muy difícil. El periodismo es memoria y hemeroteca y, dentro de lo posible, aproximarnos a la verdad de los hechos. Y la verdad de Pablo Iglesias es que es un acérrimo defensor de la Venezuela de Chávez, régimen que persigue a los medios de comunicación independientes, además de admirar otras experiencias políticas más dolorosas en las que los periodistas siempre molestaron.