Plan de carreteras por el empleo y el crecimiento

España dispone de una importante red de infraestructuras viarias fruto de esfuerzos inversores en los tiempos en los que la disponibilidad presupuestaria lo permitía. Entre otras variables, la pujanza de los países se calibra en buena medida por la calidad y la cantidad de sus redes de transporte de personas y mercancías. Una de las consecuencias de la tremenda crisis económica de los últimos años fue el drástico frenazo en la inversión en carreteras pues las urgencias eran otras. Con la recuperación y el crecimiento sobresaliente actual, hay que recuperar el terreno perdido y reactivar la obra pública, actualmente en mínimos históricos. Mariano Rajoy presentó ayer los detalles de un Plan de Inversión Extraordinaria en Carreteras, que dedicará 5.000 millones de euros en 2.000 kilómetros de autovías que adelantará la iniciativa privada, esto es el adjudicatario de la obra. El Estado repondrá el capital cuando la vía esté en funcionamiento en pagos anuales durante los 30 años en los que la empresa se encargará de la conservación. Esta colaboración público privada permitirá multiplicar por seis la capacidad de gasto en estas infraestructuras que permiten los Presupuestos Generales del Estado sin repercutir en el déficit. Estamos ante un buen modelo que debemos aprovechar en el futuro. La iniciativa del presidente repercutirá muy positivamente en la economía, no sólo porque supondrá un impulso necesario para perfilar la red viaria con que afrontar el siglo, sino porque, según las estimaciones, creará casi 190.000 empleos y habrá un retorno fiscal de unos 3.000 millones.