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Recuperación electoral para el PP

La Razón
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Las elecciones municipales y autonómicas depararon un mapa político fragmentado y una radiografía institucional radicalizada por los acuerdos del PSOE con Podemos. Con este panorama, las generales de final de año cobran una trascendencia casi histórica, pues está en juego no sólo la prosperidad económica y el bienestar social tras una durísima recesión, sino nuestro modelo de convivencia y libertades. Conviene no relativizar el peligro que supone un partido de corte estalinista como Podemos, que ha alcanzado cotas de poder insólitas en consonancia con su representación real gracias a la miopía política del PSOE. Basta con echar un vistazo a Grecia para comprobar qué supone el populismo y qué consecuencias tiene para la vida de la gente. Por eso, es fundamental que, hasta que alguien en el PSOE recobre el sentido común y sea capaz de tomar decisiones como un partido de gobierno, el PP recupere posiciones y sensaciones entre sus votantes para presentarse a las elecciones generales en condiciones de conseguir una mayoría suficiente para gobernar. En este sentido, la encuesta de NC Report ofrece síntomas positivos para los populares tras los cambios emprendidos por Rajoy. Si se celebraran hoy los comicios, el PP sería el partido más respaldado, con el 31,2% y 136/144 escaños. Le seguiría el PSOE, con el 24,4% y 108/116 diputados, Podemos, con el 12,5% y 30/33 parlamentarios, y Ciudadanos, con el 11,8% y 25/27 escaños. Respecto a la última encuesta de hace tres semanas, se constata una evolución favorable del PP, con un crecimiento de punto y medio, y un estancamiento de los socialistas, con leves oscilaciones (+0,2%), mientras que los partidos de Pablo Iglesias (+0,4%) y Albert Rivera (+0,2) refrendarían su representación. Con todo, el partido de Mariano Rajoy está aún lejos de un respaldo suficiente y hay un trabajo pendiente para movilizar al menos a ese 20% de su electorado que tiene decidido abstenerse. Hay meses por delante para que el Gobierno aproveche el crecimiento de la economía y devuelva a los españoles sus sacrificios con una agenda social de peso que demuestre con hechos que los esfuerzos sirvieron, como dijo el Ejecutivo, para labrar un futuro mejor. Será clave también mejorar las políticas de comunicación y que en el PP remen en la misma dirección, con un mensaje confluyente y coherente, que no único, como demostró José María Aznar este fin de semana. Se trata de sumar y de ofrecer alternativas y no de generar más dudas para que los votantes vacilantes del PP se queden en casa. Los comicios generales decidirán entre el Gobierno que nos sacó de la crisis y que ha convertido a España en el país que más crece de Europa, y uno de extrema izquierda con un partido que ha perdido su identidad y otro que pretende demoler nuestro sistema de libertades y convivencia al estilo griego y venezolano.