Un pacto sólido contra el terror yihadista

La incorporación al pacto contra el terrorismo yihadista de Ciudadanos, UPyD, Unió y PAR va mucho más allá de un acto simbólico, puesto que demuestra lo acertado de una medida que, por encima de las diferencias ideológicas, refrenda la unidad de los demócratas frente al totalitarismo y al terror, y la voluntad expresa de la sociedad española de afrontar la amenaza desde los principios constitucionales, como ya se hizo en su día con la violencia etarra. Quienes se han excluido del pacto, no importa las excusas tras las que se amparen, dan la espalda a una ciudadanía que no entiende que pueda primar los intereses de partido frente a un problema que es de todos. El pacto, por supuesto, no es una carta blanca, pero garantiza que las decisiones que se deban adoptar por parte del Gobierno partan del consenso y la reflexión. En este sentido, España debe cumplir con sus compromisos como miembro destacado de la Unión Europea, entre los que se encuentra la asistencia y auxilio a nuestros socios y aliados. Es lo que está haciendo en la actualidad, con despliegues militares en Mali, República Centroafricana, Irak, Afganistán, Turquía y en el Índico. Cuando se produzca cualquier otra petición de ayuda, se atenderá, pero en la medida de las posibilidades y tras una correcta planificación.