El Gobierno debe defender al Rey

No hablar ni enfrentarse, no afrontar los desafíos, no hace que desaparezcan. En las últimas semanas, el Govern de Quim Torra ha retomado con ahínco la senda de la unilateralidad. Un camino yermo –como ya le anunció el anterior Gobierno del PP– pero que, ante el actual Ejecutivo de Pedro Sánchez, ha vuelto a recorrer. El presidente del Gobierno le ha dicho con la boca pequeña que «sólo se podrá hablar dentro de la Constitución», y el independentismo ha redoblado el desafío apuntando con su demagogia al Rey. Y todo a cuenta del aniversario de los terribles atentados terroristas que asolaron Barcelona y Cambrils. Los muertos y los heridos parecen no importar para Torra. Él ha instrumentalizado la efeméride para atacar a Don Felipe, a la institución monárquica. Ayer, Pedro Sánchez, tras reunirse en el Palacio de Marivent de Palma de Mallorca para celebrar el habitual despacho de verano con el Rey, aseguró que el Monarca estará en Cataluña el 17 de agosto. «Vamos a estar todos, desde el primero hasta el último», aseguró Sánchez. Unas palabras medidas, que evitan tensiones con Torra, y que dejan al jefe del Estado al albur de las ocurrencias de los independentistas, de sus desplantes y desafíos a la democracia española.