Cárcel

El mundo exige la libertad de Asia Bibi

«Papa Francisco, soy tu hija, Asia Bibi. Te ruego, reza por mí, por mi salvación y por mi libertad». Así comienza su carta al Santo Padre la cristiana pakistaní, condenada a muerte tras ser acusada por unas vecinas de blasfemar contra Mahoma. Ayer, la Alta Corte de Lahore confirmó el veredicto de la condena a muerte. Una decisión, temida y esperada, que ha provocado la apertura de una campaña internacional por su libertad y ha vuelto a poner sobre la mesa la persecución que sufren los cristianos en los países musulmanes.