CUP
La CUP no está domesticada
Si el Gobierno de la Generalitat de Cataluña confiaba en haber embridado a los extremistas de la CUP, su aliada de circunstancias en el Parlamento autónomo, se equivocaba. Los «cuperos» dan muestras de impaciencia y, en su última asamblea, amenazan con romper el pacto con Junts Pel Si. Quieren independencia ya y genuino anticapitalismo.
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