Sin Perdón
La grave crisis de Vox
«Las listas electorales sirvieron para purgar a los diputados que no complacían al sanedrín de Abascal»
Es evidente que Vox sufre una crisis profunda como demuestra que su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, una de las caras más visibles del partido, haya decidido abandonar la política. Ni siquiera recogerá el acta y se limitará a seguir como afiliado de base. La excusa de «motivos personales y familiares», sin explicar cuáles son, no tiene ningún fundamento, porque es la que siempre se utiliza cuando no se quiere hacer daño al partido. Espinosa es una persona educada, por lo que es lógico que utilice esta fórmula. En caso de ser cierta sería, probablemente, la primera vez que ocurre desde la Transición hasta nuestros días. Una ventaja que tiene, a diferencia de muchos políticos de la izquierda, es que no necesita el escaño para vivir. Es más, salió perdiendo económicamente cuando decidió dar el salto y ahora recuperará su trayectoria profesional en la que, como es evidente, le irá bien.
Los militantes de Vox han decidido apoyar un modelo de partido centralizado donde el control está en manos de Abascal y sus personas de confianza. Están en su derecho, aunque me parezca un error, y hay que ser respetuosos. Los dirigentes territoriales, como ellos mismos reconocen, no hacen nada sin que lo autorice Madrid. Por supuesto, el partido cumple las exigencias legales, pero se ha optado por que el mando recaiga, única y exclusivamente, en un líder que maneja la formación a su antojo. Se respetan los requisitos formales y existen unos órganos estatutarios, pero resulta pintoresco que los integrantes de la estructura de las comunidades autónomas, provincias y municipios sean meros mensajeros. Este modelo de centralismo democrático está muy estudiado. No hace más que mostrar el temor de sus líderes ante el pluralismo interno dentro de la lealtad al proyecto. Las listas electorales sirvieron para purgar a los diputados que no complacían al sanedrín de Abascal, aunque quedó pendiente Espinosa. El líder de Vox debería tener presente que es fundamental rodearse de los mejores. El defenestrado portavoz ha acertado con la renuncia, porque se ahorra que lo humillen prescindiendo de él como hacía Pablo Iglesias con los que quería purgar.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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