Y volvieron cantando

Hoy jueves, fecha clave

De lo que salga esta mañana de jueves estival en el Congreso, va a depender y mucho la salud parlamentaria de este país para los próximos cuatro años de legislatura

Hoy es un día CLAVE con mayúsculas para eso que conocemos como control parlamentario de los gobiernos. Esta mañana abre sus puertas el palacio de la Carrera de San Jerónimo dando la bienvenida a los nuevos dueños de los escaños en la cámara y, curiosamente para tomar decisiones que repercutirán directamente en la disposición de Pedro Sánchez –si consigue ser nuevamente investido presidente– de acudir junto con su gobierno regularmente o no, a la sede del órgano máximo de representación popular durante la próxima legislatura. Para ser exactos, se ventila si el Congreso será lugar de visita obligada y muy periódica para Sánchez y su hipotético futuro gabinete, o engorroso enclave al que acudirá exclusivamente cuando no haya más remedio. De lo que salga esta mañana de jueves estival en el Congreso de los Diputados, con la composición del Parlamento y la distribución de cargos con los consiguientes contrapesos de poder en la nueva mesa de las Cortes, va a depender y mucho la salud parlamentaria de este país para los próximos cuatro años de legislatura –si es que esta se acaba de concretar con nuevo gobierno– una salud dicho sea de paso bastante deteriorada desde hace un lustro y a lo que se acabaría añadiendo la posibilidad de que la mayoría Frankenstein que Sánchez consiga hilvanar para continuar durmiendo en la Moncloa tenga idéntico reflejo en un Congreso de los Diputados donde el PP es paradójicamente la fuerza mayoritaria. Un panorama que, si hoy la equidad política no lo remedia puede dejar al partido ganador de los últimos comicios y a la derecha en general, en franca minoría ante la izquierda y los radicalismos periféricos en los órganos clave del Congreso de los Diputados.

La imposibilidad de la formación de Núñez Feijóo para negociar con grupos independentistas, le acota el margen a unos contactos con el PNV –clave en esta partida de ajedrez– con el que la derecha sí obtendría mayoría en la citada Mesa del Congreso. Difícil empresa cuando hablamos de una formación nacionalista que solo actuará calculadora en mano contemplando los próximos comicios en el País Vasco con el temor a perder el poder ante Bildu. Un PNV que ya demostró su fiabilidad en la moción de censura conta el Rajoy con quien se pactaron días antes los presupuestos. Lo de hoy jueves va a ser todo un tráiler de la inminente película política nacional.