Insensateces

Yo, Leonor

Yo creo que la pobre Cata es que está la criatura aburrida de la vida

Llevo un tiempo muda, como Belinda, porque calladita estoy más guapa, que dirían los señoros. Pero es que, entre las dominadas, el press de banca, las mancuernas, hacerme el moño y marcar abdominales, bastante faena tengo. Si yo vuelvo con la tripa más blanda que Altibajos, se oyen las voces hasta en la finca de Ciudad Real a la que se vino la prima tía abuela Camila a descansar de haber descansado demasiado de descansar y haberse acostumbrado.

Pegar tiros en las cacerías a mí, particularmente, no me parece buena idea: ya saben que en mi familia no apuntamos con acierto. Primero fue lo que fue y luego fue lo del primo Pipe con el disparo al pie. El primo Pipe es que es el Borbón que ha venido al mundo a no saltarse ni una sola casilla.

Por cierto, ya que estoy en esa rama, resulta que me he enterado por Lecturas que a mi prima Carlita no le dirige la palabra Vic Fri, que lo ha dicho en una entrevista. Por lo visto, al bicho palo no le gustó que, a un novio que tuvo, Carlita le dijera que era demasiado listo para ser torero. Así que, Victoria Frigorífica se ha enfadao y no le habla ni tiene contacto con ella en un claro ejemplo de que el clasismo es incompatible con la clase.

Dicho lo cual, vayamos a lo de Inglaterra y la prima Cata, que me lleva loca la cabeza. Que me preguntan en la Academia y es que no me entero de nada, así que acabé llamando a Altibajos. «Mama (sin acento, que le fastidia un montón), ¿tú le pones filtros a tus fotos o, con la cantidad de retoques que llevas, ya no te hace ni falta?». Pues no le gustó y me torció tol morro. «Cariño –me dijo–, porque ya eres una soldado que, si no, ibas a pasar una temporada en un internado inglés, para poder enterarte de cerca del cotilleo».

Yo creo que la pobre Cata es que está la criatura aburrida de la vida. Con ese marido tan falto de gracia que Dios le ha dado. Ahora bien: tienen tan entreteniditos al mundo entero que lo nuestro ya es un pan sin sal. Hasta que se nos ocurra pegar otro petardo. Pum.