Sin Perdón

Sánchez hace campaña por Puigdemont

«La mejor estrategia con los independentistas, que son muy cobardes, es darles un susto»

El problema de Sánchez es que se cree infalible. No hay duda de que el síndrome de La Moncloa existe. Lo más inquietante es que no disponemos de una cura. Al igual que sucedía con los soberanos en el Antiguo Régimen, cuenta con una corte que le ríe todas las gracias. Napoleón III también se consideraba un elegido por los dioses y mordió el polvo en la batalla de Sedán. Es lo que le puede suceder al sanchismo en Cataluña. La propaganda de la izquierda política y mediática se centra en el éxito de la pacificación, que realmente ha sido una rendición de Sánchez ante Puigdemont y Junqueras. Ha conseguido la gran victoria de darles todo lo que querían, aunque todavía no han terminado el saqueo y continuarán después de las elecciones. A este paso me temo que el resto de España se convertirá en un protectorado catalán con Míriam Nogueras como procónsul. Sánchez ha confirmado que la mejor forma de negociar con él es utilizando el chantaje. Hace tiempo que el mal llamado conflicto catalán había concluido.

La mejor estrategia con los independentistas, que son muy cobardes, es darles un susto. Sánchez y su equipo no conocen Cataluña. Es un problema muy habitual como se pudo constatar con el Gobierno del PP. Ni independentistas ni socialistas me tienen que dar lecciones de catalanidad. He nacido y pasado la mayor parte de mi vida en Cataluña. No soy un «nouvingut» y por ello nunca he sido nacionalista. Mi abuela me relataba la muerte de Macià y el retorno de Companys. Mis padres hablaban en catalán entre ellos, ya que es como se conocieron. Por ello, creo que Sánchez no tiene ni idea sobre Cataluña, los del PSC son unos acomplejados porque muchos son «nouvinguts», le ha hecho la campaña a Puigdemont y no me sorprendería que gane las elecciones. Los votantes socialistas pueden elegir entre el expresidente fugado de la Justicia o el actual candidato de ERC a la reelección, porque su voto solo servirá para que uno de los dos se siente en el Palau de la Generalitat. Y los que defiendan la democracia y España deberían votar al Partido Popular.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)