Sin Perdón

El sanchismo es un barco que se hunde

«Tendremos un debate de investidura con Puigdemont como candidato que será para Sánchez el certificado de defunción de la legislatura»

No entiendo muy bien las pintorescas y eufóricas declaraciones de los dirigentes socialistas y las voluntariosas interpretaciones de los medios sanchistas tras el fracaso de Sánchez y sus aliados en las elecciones. Es posible que piensen que los españoles somos tontos y que compramos la basurilla propagandística monclovita. Hay una serie de datos objetivos que ponen de manifiesto que el sanchismo es un barco que navega a la deriva y que hace aguas por todos lados. Por una parte, Sumar se ha hundido y Podemos ha reaparecido con nueva fuerza. Es tramposo comparar el resultado del domingo con el que obtuvieron en las anteriores europeas, porque este espacio se dividió en dos. Iglesias ha conseguido, por fin, estructurar una formación cohesionada alrededor de sus acólitas Montero y Belarra mientras que Sumar es una estrafalaria coalición que va de derrota en derrota hasta su destrucción final. Por cierto, la venganza del exvicepresidente concluyó este lunes con la dimisión de Yolanda Díaz como líder de Sumar, aunque sigue manteniendo la vicepresidencia y los privilegios que comporta. Es comunista, pero no es tonta. Se ha adelantado a su defenestración.

No sé quién le sucederá, pero Urtasun tiene más nivel que Mónica García o Íñigo Errejón. Es lo mismo que sucede con Maíllo, el líder de IU, que tiene la categoría intelectual que le faltaba a Garzón. El otro dato fundamental es el desastre de Salvador Illa en Cataluña. Ha visto cómo los independentistas tomaban el control de la mesa del Parlament. El nuevo presidente, Josep Rull, es un hombre de confianza de Puigdemont, pero, también, un político experto y preparado. Me gustaría que Sánchez nos explicará esta nueva victoria en Cataluña, porque me parece que su patrocinado lo tiene muy complicado. A estas alturas apostaría por una repetición electoral. Las bases y los dirigentes de ERC saben que pactar con los socialistas es un desastre. Por tanto, tendremos un debate de investidura con Puigdemont como candidato que será para Sánchez el certificado de defunción de la legislatura. Su única salida es obligar al PSC a que le vote en reciprocidad con lo que hizo el expresidente catalán en el Congreso. No podrá hacerlo y tendrá que asumir que ninguna tramitación legislativa llegará a buen puerto, aunque le quedará el gusto de seguir viviendo durante unos pocos meses en La Moncloa.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).