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El trípode

Para no ser «inmoral además de injusto»

Leire Díez se ha incorporado a ese elenco de ejemplares «progresistas» cuya conducta provoca tanto enojo que el principal responsable, Sánchez, se ausentó ayer de la Sesión de Control del Congreso para no tener que dar la cara, conducta muy frecuente en él

Vivimos situaciones que provocan justa indignación por la degradación ética y moral de la vida pública que ocasionan y que están protagonizadas precisamente por quienes accedieron al Gobierno mediante una moción de censura, ahora hace 7 años, presentada tras dos contundentes derrotas en las urnas, obtenidas por su gran líder supremo y único. Una censura al Gobierno, cuyo protagonista, Sánchez, motivó en la necesidad de «acabar con la corrupción del PP» y auto ofrecerse como valladar contra la misma. Y lo avaló en la persona de su «mano derecha» José Luis Ábalos, que la defendió en nombre de la bancada socialista desde la tribuna del Congreso. Y hablando de ética y moral, es oportuno recordar lo que el gran Tomás de Aquino escribió ya en el siglo XIII: «El que no se enoja cuando hay causa justa para enojarse, es inmoral. Porque el enojo busca el bien de la justicia. Y si puedes vivir en medio de la injusticia sin enojo, eres inmoral además de injusto». Causas justas para enojarse no escasean para desgracia nuestra, con espectáculos como el protagonizado por una entusiasta socialista hasta ahora solo conocida por la dirigencia del PSOE, pero que ya ha trascendido a ser conocida a nivel general de la población. «Progresistas» se autoproclaman quienes se definen como adalides de la honestidad y de cuantas virtudes deben acompañar a la actividad política, y que puede llegar a ser considerada incluso como una «ejemplar práctica de la virtud cristiana de la caridad», como afirmara san Juan Pablo II. «Honrados y progresistas» que están situados en las antípodas de trabajar rectamente por el bien común de la población. Por ello es necesario difundir hechos que ayuden a la población a conocer causas (no precisamente justas) para moverles hacia un enojo que, en el medio social y político, contribuya a asumir la responsabilidad y sanción correspondiente por quienes las protagonizan. Leire Díez se ha incorporado a ese elenco de ejemplares «progresistas» cuya conducta provoca tanto enojo que el principal responsable, Sánchez, se ausentó ayer de la Sesión de Control del Congreso para no tener que dar la cara, conducta muy frecuente en él. De momento, la respuesta oficial de Ferraz es que Leire «actuaba por su cuenta», lo que además resulta ser un insulto a la inteligencia de los españoles, faltándoles al respeto debido, ya que basta escuchar esos audios para comprobar en favor de quién actuaba, maquinando acciones no solo ilegales, sino auténticamente mafiosas. Y para que, siguiendo a santo Tomás de Aquino, «no ser inmoral además de injusto», quienes les apoyan actúen en consecuencia, retirándoles su confianza.